

Secciones
Servicios
Destacamos
«Esto no es algo machista. Simplemente lo he hecho porque no sé. Siempre he tenido ganas de matar a alguien». Son las ocho de la tarde del martes 8 de febrero de 2022 y, encaramado en la terraza de su edificio, en Totana, Johan S. se graba con su teléfono móvil mientras confiesa haber acabado, poco antes, con la vida de su exnovia, Claudia, de 17 años. Con la voz quebrada pero firme y rotundo, el adolescente, de 19 años, confiesa dónde ocultó el arma del crimen y asegura que la muerte no fue fruto de un arrebato. «Esto ya lo tenía en mente con ella desde hace mucho».
Los nueve vídeos que Johan S. se grabó aquella noche son una de las principales pruebas contra el joven, que afrontará la máxima condena que la Justicia contempla para este crimen. La Fiscalía reclama hasta 25 años de prisión para el autor confeso del crimen por un presunto delito de asesinato consumado, perpetrado con alevosía y ensañamiento, con las agravantes de parentesco y por razón de género. En su escrito de conclusiones provisionales, al que LA VERDAD ha tenido acceso, el Ministerio Público coincide en su petición de pena con la que ha realizado ya el abogado Raúl Pardo-Geijo, que representa a los padres y hermanos de la víctima como acusación particular.
Heridas plasmadas
en el informe de autopsia
Zona frontal
Región facial izquierda
6
heridas
Región facial derecha
11
heridas
Región
cervical anterior
Pecho
izquierdo
7
heridas
5
heridas
Tórax
19
heridas
Brazo derecho
1
herida
Muñeca izquierda
Mano derecha
2
1
heridas
herida
Mano izquierda
5
heridas
Zona posterior
Región lumbar
y glúteos
22
heridas
Heridas plasmadas en el informe de autopsia
Zona frontal
Región facial izquierda
6
heridas
Región facial derecha
11
heridas
Región
cervical anterior
Pecho
izquierdo
7
heridas
5
heridas
Tórax
19
heridas
Brazo derecho
1
herida
Mano derecha
1
herida
Muñeca izquierda
2
heridas
Mano izquierda
5
heridas
Zona posterior
Región lumbar
y glúteos
22
heridas
Heridas plasmadas en el informe de autopsia
Zona frontal
Zona posterior
Región facial izquierda
Región facial derecha
6
heridas
11
heridas
Región cervical anterior
Tórax
7
heridas
19
heridas
Brazo derecho
1
Pecho izquierdo
herida
5
Región lumbar
y glúteos
heridas
Muñeca izquierda
22
heridas
2
Mano derecha
heridas
1
herida
Mano izquierda
5
heridas
El fiscal explica que aquel 8 de febrero de 2022 Johan S. comenzó a hablar con su exnovia Claudia por Whatsapp «en ejecución de un plan preconcebido». Su intención, remarca, era convencerla para que acudiese a su casa «con el pretexto de devolverse mutuamente las cosas que ambos tenían del otro, una vez que habían finalizado su relación sentimental». En este punto el Ministerio Público explica que ambos habían sido novios desde noviembre de 2020 hasta diciembre de 2021. En ese periodo las rupturas eran continuas debido a la «constante actitud de control» sobre ella que mantenía el acusado que, «siéndole infiel repetidamente, le imponía cómo vestirse, con qué amigos podía verse, llegando a avasallar a estos para que intercedieran por él en su relación cuando rompían y publicando en redes sociales imágenes de ellos juntos o de sitios especiales con el propósito de originar un sentimiento de culpa en la menor que la coaccionara para volver a estar juntos».
Aproximadamente dos semanas antes del crimen los dos adolescentes habían vuelto a estar juntos, pero el domingo 6 de febrero de 2022 por la tarde la menor decidió romper definitivamente con él. Claudia le confesó que había conocido a otro chico y que ya no quería seguir con él. A partir de ese momento, sostiene el fiscal, Johan tomó conciencia de que la menor ya no iba a volver nunca más con él e ideó un plan para acabar con su vida.
Esta parte remarca que «el acusado eligió el lugar donde iba a cometer el ataque (trastero), seleccionó la hora (sobre las 16 horas) y preparó el cuchillo con el que perpetrar la agresión, escogiendo uno al que tenía especial aprecio por tratarse de un regalo procedente de una relación anterior que presentaba forma de pluma estilográfica». Tras atraerla hasta su casa la convenció para bajar al trastero del garaje para buscar sus cosas. El fiscal hace hincapié en que el joven buscaba así «llevarla a un sitio apartado, pequeño y sin afluencia de personas respecto a las que pudiera solicitar ayuda, asegurándose con ello la imposibilidad de defensa de la víctima».
Una vez allí, le propinó presuntamente hasta 79 puñaladas en diversas zonas de la espalda, del cuello, los brazos, el abdomen, los glúteos y la cara. El Ministerio Público subraya que incrementó «el sufrimiento de la menor causándole padecimientos innecesarios para conseguir su objetivo». Incide en que la víctima «viéndose atrapada en un cuarto pequeño, a solas con el acusado que le clavaba el cuchillo repetidamente y sin interrupción, se esforzaba por apartarle para escapar del lugar, llegando, incluso, a forcejear con el cuchillo del acusado en un intento desesperado por huir». La adolescente falleció poco después.
Tras acabar con la vida de su exnovia, Johan se limpió la sangre, se calzó las zapatillas de Claudia y subió a la terraza del edificio para esconder el arma. Allí grabó esos vídeos en los que asumía haber matado a la menor porque «tenía mis razones».
La Fiscalía remarca que Johan S. «mató a su expareja en atención a su condición de mujer en un acto de dominación tras haber mantenido con anterioridad un comportamiento autoritario sobre ella que obraba conforme a su voluntad y sobre la que presentaba una notoria superioridad física y emocional». El Ministerio Público remarca que el joven no presentaba ninguna alteración mental que afecte a su imputabilidad. Más allá de la pena de cárcel, la acusación pública reclama que el acusado indemnice en más de 235.000 euros a los padres y los dos hermanos de Claudia.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.