La carretera de Portmán se queda sin reforma al no ser un «tramo de alta siniestrabilidad»

Sin embargo, la vieja y recurrente demanda vecinal y del Consistorio, de mejorar el sinuoso y enrevesado trazado de la Nacional 345, no va a ser atendida por el Ministerio de Transportes y Movilidad. En concreto, en una respuesta parlamentaria a los tres senadores del PP por la Región de Murcia, concluye que «no existe ningún proyecto aprobado para modificar el trazado de la carretera». En su argumentación, expone que la vía «no se encuentra en la última relación oficial de TCAs publicada por el Ministerio de Transportes». Los TCAs son «tramos de concentración de accidentes o tramos de alta siniestralidad relativa».

Por el contrario, el Ministerio defiende que el trazado actual «es acorde con el entorno montañoso que atraviesa, y su equipamiento está correctamente diseñado para que no sufran accidentes quienes respeten la señalización existente». El departamento que dirige Óscar Puente asegura que realiza «periódicamente las tareas de mantenimiento del firme, señalización y segado de márgenes necesarias para la seguridad vial».

Aunque en su respuesta no hace mención al número de accidentes recientes con lesiones, el informe de la Fundación RACE destaca que en el período 2021-2023 se registraron «tres accidentes, sin ningún fallecido y tres heridos graves».

En cualquier caso, la metodología empleada para la elaboración de los resultados por el RACE es la establecida por los principales países europeos en el Transport Research Laboratory (TRL), «que define el nivel de riesgo exclusivamente a través de la evaluación de los siniestros y su gravedad, relacionadas con el nivel de tráfico de la vía». Es decir, el informe eleva el índice de peligrosidad en la N-345 a 139 porque el número de accidentes con consecuencias graves para la personas es alto en comparación con la baja intensidad de tráfico por kilómetro en dicha vía.

Esta carretera de 7,2 kilómetros que va del paraje de La Esperanza al núcleo de Portmán, forma parte, sin interrupción durante los últimos años, de los diez puntos negros más peligrosos de España, según los informes de la Fundación RACE. Hace justo un año aparecía en el cuarto lugar «con mayor riesgo de siniestralidad».

El trazado, el firme y la señalización de la carretera actual se remonta a la década de los 80 del siglo pasado. El proyecto supuso un gran avance respecto al estado anterior, pero aún así quedaron cambios de rasante complicados y curvas en descenso cerradas.

El alcalde de La Unión, Joaquín Zapata, calificó de «completo despropósito» que, después de años de reivindicaciones del Ayuntamiento y los vecinos «haya que ver cómo el Gobierno de España directamente renuncia al arreglo de la carretera».

El primer edil recordó que «han sido muchas» resoluciones del pleno, todas por unanimidad, las que han instado a mejorar la seguridad vial en una carretera que es «muy peligrosa para todos los usuarios, pero especialmente para los ciclistas y los usuarios que la utilizan con motocicleta». Sobre la argumentación del Ministerio, Zapata consideró que «aunque se trate de una carretera de montaña, con las particularidades que ello implica, existe la posibilidad de incrementar el ancho de la calzada, sobre todo en lo que tiene que ver con los arcenes». El regidor exigió al Ministerio que «reconsidere» su posicionamiento.