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Óscar Bartual Bardisa
Jueves, 3 de abril 2025, 12:42
La muerte de una niña de cinco años en la pedanía murciana de Llano de Brujas a manos, presuntamente, de la expareja de su madre ha generado una terrible conmoción también en la provincia de Alicante, donde fue detenido el supuesto autor, concretamente en Torrevieja. Mientras la Guardia Civil investiga todos los detalles sobre el crimen, el Ministerio de Igualdad ya ha apuntado a un supuesto caso de violencia vicaria. La autopsia de la menor deberá aclarar las causas exactas de la muerte, si bien todo apunta a que se habría producido, al parecer, por la ingesta de numerosas pastillas.
La investigación que lidera la Policía Judicial de la Guardia Civil de Murcia deja entrever que el presunto asesino, exnovio de la madre adoptiva de la pequeña, acabó con la vida de la pequeña cuando ambos se encontraban en el piso de los padres del sospechoso. Incluso la madre del ahora detenido, rota de dolor, lo señaló directamente a él cuando trágicamente se topó con el cuerpo de la ñiña este martes por la tarde.
Tras el suceso, el sujeto se dio a la fuga y llegó hasta Torrevieja. Una vez allí, y según pudo conocer TodoAlicante, el hombre, de 48 años, acudió a urgencias del Hospital torrevejense, ya por la noche. Entró en urgencias y no tuvo reparos en comentar ante personal sanitario aspectos relacionados sobre el macabro crimen que presuntamente había cometido solo unas horas antes.
El presunto asesino de la menor de cinco años fue arrestado por la Benemérita poco después en Torrevieja, al parecer, cuando todavía se encontraba en instalaciones hospitalarias. Allí, en una de las salas de urgencias, permaneció custodiado durante la madrugada por efectivos de la Benemérita, mientras que en el exterior la Guardia Civil también desplegó un dispositivo para evitar posibles altercados. Se temía incluso que pudiesen personarse en el lugar familiares de la víctima con intenciones de tomarse la justicia por su mano.
Las fuentes consultadas añaden que el implicado supuestamente llegó a comunicar al personal del centro sanitario que necesitaba atención porque había ingerido pastillas. Cabe la posibilidad de que usase las mismas que presuntamente hizo tomar a la niña, si bien este es un extremo que todavía debe confirmar la investigación abierta por la Guardia Civil.
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