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La lluvia no impidió el regreso de la Virgen de la Fuensanta a la ciudad coincidiendo con el segundo jueves de Cuaresma, tal y como marca la tradición, aunque sí empañó por momentos la bajada desde su santuario de Algezares. Los fieles de la Patrona de Murcia se mantuvieron todo el día en vilo, ya que la romería estuvo en el aire por la previsión meteorológica, tras el anuncio del Cabildo Catedralicio de la posibilidad de aplazarla al próximo domingo para evitar que las precipitaciones pusieran en riesgo a tan preciada imagen, según informó la Diócesis de Cartagena en un comunicado.
La lluvia que cayó a mediodía hizo que la salida -prevista para las 15 horas- se retrasara unos 45 minutos, pero finalmente la Morenica emprendió los ocho kilómetros de recorrido que separan su casa del monte de la Catedral rodeada de devotos a quienes no les importó mojarse cuando el cielo volvió a descargar agua con fuerza. Una señal que muchos interpretaron como «el milagro de la Fuensanta», que desbancó a La Arrixaca como Patrona de la ciudad por el 'agua bendita' que trajo consigo tras salir en rogativa en tiempos de acuciante sequía en la fértil Vega del Segura.
María Rubio fue una de esas fieles que la acompañaron desde el principio del recorrido y que presenció cómo la Virgen tuvo que ser resguardada de la lluvia en la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza del barrio del Progreso durante más de media hora hasta reanudar el camino que la llevaría a la iglesia del Carmen. «No se puede expresar con palabras el amor a la Fuensanta; es un sentimiento muy profundo», destacaba con lágrimas en los ojos esta vecina de Javalí Viejo, afincada desde hace años en Guadalupe y que no se pierde una romería «a no ser que me rompa una pierna y no me quede otra opción», puntualizaba. Y, aunque se encontró con una vecina con la que hizo el trayecto, María destacaba que es una costumbre que prefiere vivir sola, «agradeciendo y pidiéndole salud, que es lo único que de verdad importa».
Rosa Paredes también se emocionó al hablar de la Morenica. «Para mí es muy importante y vengo siempre», aseguraba esta vecina de El Carmen frente a la iglesia del castizo barrio murciano. Muy cerca de ella, otro carmelitano, Luis Alegría, hacía gala de su devoción a la Fuensanta, a la que definió como «única». Pasión que también le provoca la Virgen del Carmen y el Cristo de la Salud, según detallaba antes de que la Morenica enfilara el tramo final hacia la Catedral, en el que se fue sumando gran cantidad de público hasta llegar a una abarrotada plaza Cardenal Belluga.
Prueba del profundo sentimiento que despierta la Fuensanta es que su culto traspasa fronteras. Y muestra de ello fue la ilusión que trasladó Mónica Sarmiento a sus seguidores de TikTok, red social a través de la que compartió en directo la llegada de la Patrona hasta la Catedral. «Es la primera vez que la acompaño durante todo el trayecto; se lo prometí», aseguraba al referirse a la intervención quirúrgica que la hizo encomendarse a la Morenica. Una imagen que levanta pasiones por todo el mundo y que pasará junto a los murcianos la Semana Santa y las Fiestas de Primavera -además de celebrar el aniversario de su coronación canónica- hasta su regreso al monte previsto para el 6 de mayo.
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