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Jesús Gutiérrez
Madrid
Domingo, 13 de abril 2025, 18:48
Ya había avisado Marc Márquez que la carrera del domingo no tendría nada que ver con el rapidísimo sprint. El asfalto de Lusail devoraba los neumáticos, así que no quedaba otra que gestionar el consumo para no quedarse en las lonas en el tramo final de la carrera del Gran Premio de Catar. Y el líder de MotoGP lo hizo a la perfección. Quizás porque es el piloto más veterano de la actual parrilla, quizás porque es capaz de leer mejor que nadie las carreras o porque tenía ese margen para especular. El caso es que el de Cervera lo bordó este domingo en Catar, dando una 'masterclass' de gestión de una carrera.
Así lo resumía el protagonista después de sumar su tercera victoria en cuatro grandes premios, séptima si contamos los sprint: «He ido todo el fin de semana tirando más de cabeza que de instinto. Sabía que tenía diez vueltas de neumático tirando fuerte. Por eso, he gestionado, he dejado que pasaran las vueltas, que Morbidelli se escapara. Sabía que le pillaríamos porque estaba usando mucho neumático. Cuando me ha pasado Pecco (Bagnaia), he dicho: 'Ahora empieza la carrera'. Y cuando he pasado a Maverick (Viñales), es cuando he pegado el tirón con esas tres décimas que tenía guardadas». Palabra de Márquez. Parece fácil, pero es un ocho veces campeón del mundo y desde este domingo, el piloto español con más victorias mundialistas (91) y el tercero en toda la historia del campeonato, después de desempatar con Ángel Nieto.
La cara del domingo de Lusail fue Marc y la cruz, Jorge Martín, que terminó evacuado en helicóptero tras sufrir una grave caída. Llueve sobre mojado en el caso del madrileño, que volvía este fin de semana tras su accidentado inicio de año y no pudo acabar peor el gran premio. Estaba rodando en la parte trasera del grupo, haciendo su propia pretemporada con la Aprilia, y a nueve vueltas del final se fue al suelo, con tan mala suerte que Di Giannantonio le golpeó por detrás con su moto. El golpe le provocó un fuete neumotórax y tuvo que ser trasladado a un hospital de Doha para hacerle más pruebas.
Toda esa estrategia pudo irse al garete a las primeras de cambio. Después de una salida impecable, Márquez llegó en cabeza a la frenada de la curva 1 y ahí recibió un impacto por detrás de su hermano Álex que a punto estuvo de acabar en desgracia. Su moto quedó tocada por detrás, perdió un par de apéndices aerodinámicos en el colín de su Ducati, pero inmediatamente se recompuso. Ese contacto provocó que Morbidelli se situara en cabeza, por delante de Marc, y de un Viñales que empezaba a sorprender desde la salida, y que superaba al propio Álex.
Por detrás, Bagnaia recuperaba muchas posiciones en la salida, desde la undécima posición de parrilla, llegando a la sexta posición al término de la primera vuelta, y en apenas tres ya era cuarto, tras pasar a Quartararo y aprovecharse del toque entre Álex Márquez y Di Giannantonio. El piloto español no estuvo muy fino en este arranque y arruinó la carrera del italiano y la suya propia, ya que fue penalizado con una vuelta larga, que le alejó de las posiciones delanteras.
Como había vaticinado Márquez, pasado el ecuador de la carrera los neumáticos de Morbidelli se vinieron abajo y le dieron caza sin muchos problemas. A partir de la vuelta 11 se puso al frente Viñales, que se mostraba imparable y se llevaba a su rueda a Marc. A Bagnaia le costaba un poco más pasar a su compatriota y se dejó casi un segundo con sus predecesores que ya no pudo recuperar. Y es que el italiano había consumido demasiado neumático en su remontada, y se quedó clavado en la tercera posición.
Llegaba la parte decisiva de la carrera y Márquez se pegó a rueda de Viñales, y un error de este a siete del final le abrió la puerta para ponerse de nuevo líder. Ahí dio el resto el piloto de Ducati, que con dos vueltas rápidas consecutivas abrió un hueco superior al segundo con el que daba por finiquitada una carrera, con la que a priori no contaba en sus números. Y es que Catar no era una pista amiga para Marc, donde solo sumaba una victoria en su histórico de Lusail, en 2014. Un triunfo psicológico, que le afianzaba en lo alto de la clasificación y con el que borraba los fantasmas de la caída de Austin.
Por detrás, Viñales celebraba su primer podio del año, aunque nada más cruzar la línea de meta Dirección de Carrera informaba que su KTM estaba bajo investigación por posible vulneración de la presión mínima del neumático delantero. Pese a que el piloto español subió al podio y estuvo en la rueda de prensa de los tres primeros, acabó siendo penalizado con 16 segundos, y no solo perdía el podio, sino que bajaba hasta la 14ª posición.
Entre los beneficiados, Bagnaia, que escalaba a la segunda plaza, y Morbidelli, que se encontraba con un podio inesperado. Y casi todos ganaban una posición por detrás, con el francés Zarco firmando una sensacional cuarta plaza con la Honda, no menos meritoria que la quinta del rookie Fermín Aldeguer, con Álex Márquez finalmente sexto. El pequeño de los Márquez mantenía la segunda posición en la general, a 17 puntos de su hermano, mientras que Bagnaia se quedaba a 26.
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